En las instalaciones de reciclaje del consorcio se recibieron en 2024 casi 109 millones de kilos de residuos municipales clasificados por los ciudadanos en sus viviendas, comercios y centros de trabajo, y depositados cuidadosamente en los contenedores de colores y en la red de puntos limpios. El dato, aunque importante, equivale apenas al 24,3% del total de residuos municipales tratados (448.077,55 toneladas) y se sitúa aún muy por debajo del objetivo legal para 2035: separar como mínimo el 50% en peso del total generado.
Cogersa y los ayuntamientos quieren dar un impulso a estas cifras y por eso trabajan conjuntamente en la extensión de los servicios de recogida separada, con dos líneas estratégicas más destacadas: el crecimiento del contenedor marrón de biorresiduos para el reciclaje de los restos orgánicos de la huerta y la cocina; y la construcción de más centros de captación de restos tóxicos y voluminosos del hogar (los puntos limpios y áreas rurales para voluminosos).
El Gobierno del Principado está apoyando esta labor a través de la canalización de diferentes ayudas procedentes de los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) del Gobierno de España y de la Unión Europea, con las que se están financiando la extensión de la recogida separada de materia orgánica y la construcción de nuevos equipamientos territoriales, entre otras acciones (Leer más).
En Asturias hay más de 18.000 contenedores de recogida separada de papel cartón, envases ligeros (latas, briks, botes de plástico, etc.), vidrio y materia orgánica. Además hay una veintena de instalaciones cerradas y vigiladas –puntos limpios– donde dejar los restos del hogar que, por su gran tamaño o por su potencial peligrosidad, no pueden entrar en los contenedores de la basura convencional pues ocasionarían un daño al proceso, las personas y las instalaciones. A todo ello, ello hay que añadirle unas 23 pequeñas áreas de voluminosos, donde los vecinos de las zonas más rurales y con menos población pueden depositar las chatarras, escombros, podas y otros desperdicios similares.
Paralelamente tanto el consorcio como los responsables locales trabajan a diario en el perfeccionamiento de la logística del servicio de recogida separada, con la colocación de más contenedores de colores y con la optimización de las más de 225 rutas ordinarias existentes; buscando siempre la máxima eficiencia y la sostenibilidad del servicio en términos de costes y de impacto ambiental, y sin olvidar el compromiso con la equidad de todos los ciudadanos -con independencia del tamaño poblacional de su concejo o la distancia al área metropolitana regional-.

Pero, como suele recordar la gerente de Cogersa, Paz Orviz, ninguna instalación ni ningún contenedor es suficiente, si no existe “el compromiso cotidiano” de la ciudadanía, la decisión personal y familiar de realizar un esfuerzo para contribuir al cuidado del medio ambiente y al uso sostenible de los recursos naturales por medio del reciclaje y de la economía circular. “El Día Mundial del Reciclaje es el mejor momento para recordarlo y para poner en valor el trabajo desarrollado colectivamente”, destaca.









