La basura orgánica tiene un nuevo destino para los vecinos de Llaranes y La Espina (Avilés), Castropol, Polígono de Pumarín (Gijón) y Vega de Arriba (Mieres). En sus calles ya están instalados los primeros contenedores marrones de recogida selectiva de biorresiduos con los que estos municipios comienzan a adaptarse al nuevo marco normativo de reciclaje.
Los asturianos acogidos a esta campaña recibieron cada uno de ellos un kit de reciclaje compuesto por un cubo de color marrón, en el que van vertiendo los residuos orgánicos, un imán informativo con los alimentos y productos susceptibles de ser reciclados, y una llave, que en el caso de Gijón es la llamada “tarjeta ciudadana”, puesta en marcha por la empresa municipal Emulsa para identificar a los usuarios de sus servicios de recogida separada. De esta manera, solo los vecinos comprometidos con la campaña pueden abrir los contenedores marrones que están dispuestos en la vía pública para depositar en ellos los biorresiduos previamente clasificados.
Una parte esencial son las acciones de formación y comunicación, en las que los participantes conocen qué restos de la cocina pueden y no pueden ir a esta línea de reciclaje que finaliza en la planta de biometanización de Cogersa en Serín. Así, en el interior de los contenedores marrones se deben depositar únicamente los desperdicios de alimentos cocinados y no cocinados de la vivienda, tales como frutas y verduras, hortalizas, legumbres, frutos secos, pequeños trozos de carne o raspas del pescado, cáscaras de huevo, sobras de pan y bollería, etc.; así como otros restos biodegradables del tipo posos del café, tapones de corcho, o pañuelos y servilletas de papel de la cocina.
Primeros kilogramos recogidos separadamente
En los barrios avilesinos de Llaranes y La Espina se han recogido, a través de los 40 contenedores instalados, 6.180 kilogramos de materia orgánica durante el primer mes de la campaña. En total se entregaron 538 kits de reciclaje para las viviendas que se adhirieron inicialmente, lo que supone un 43% de las 1.250 que existen en la zona. El concejal de Urbanismo, Teófilo Rodríguez, se mostró muy satisfecho de esta participación. “Es muy interesante la iniciativa y la colaboración vecinal. Estoy convencido de que en la medida que se coja dinámica y costumbre se va a ir aumentando el número de participantes”, aseguró Rodríguez.
En Castropol se han colocado 18 contenedores en áreas cercanas a grandes establecimientos donde se genera una mayor cantidad de este tipo de residuos. Un total de 15 restaurantes, centros de día, campings y colegios son partícipes de este nuevo servicio. Un servicio que según José Ángel Pérez, alcalde de Castropol, “va a aportar al concejo una mayor calidad de vida y compromiso con el medio ambiente, además de una mayor conciencia social, puesto que la gente se siente más implicada a la hora de reciclar”, comentó el regidor.
Gijón ha sido otro de los concejos pioneros en la instalación del quinto contenedor, dando servicio a 10.000 vecinos de parte del Polígono de Pumarín, concretamente los que engloba el área delimitada por las calles Carlos Marx y Puerto de Vegarada. En total 3.345 familias depositan sus residuos orgánicos en los contenedores a través de un sistema especial de apertura al que se accede mediante la tarjeta ciudadana del Ayuntamiento.
Y en Mieres un total de cinco contenedores marrones forman ya parte del paisaje urbanístico del barrio residencial de Vega de Arriba, donde viven un total de 500 familias. De ellas, más de 200 participan en este servicio, tal y como señala la responsable del Servicio de limpiezas y recogida de basuras del Ayuntamiento de Mieres, Laude Díaz, quien afirmó que “la concienciación va poco a poco y la implantación del servicio lleva tiempo, pero es muy bueno e interesante disponer de él”.
Todos los residuos depositados en los contenedores marrones son transportados posteriormente hasta la planta de biometanización de Cogersa en Serín, para la obtención de otros productos, biogás y compost principalmente.
Subvenciones para que otros ayuntamientos implanten el sistema en 2015
Los ayuntamientos interesados en acogerse a este servicio pueden concurrir a las subvenciones convocadas por Cogersa para el año 2015. El plazo para presentar las solicitudes y el proyecto de la actividad finaliza el 30 de abril.
Junto a las campañas de comunicación y la compra de contenedores, Cogersa sufraga hasta el 50% de los costes derivados de la recogida viaria y del transporte hasta las instalaciones centrales del consorcio en Serín.
De manera adicional, los ayuntamientos que entreguen clasificados los residuos orgánicos en la planta de biometanización, que opera desde el mes de diciembre en las instalaciones de Serín, no tendrán que pagar la tarifa de tratamiento que tiene fijada Cogersa.