Cogersa y el Ayuntamiento de Grado quieren que la capital del concejo sea la primera localidad de Asturias en tener plenamente implantado el contenedor marrón, es decir, el uso por parte de casi todos los vecinos y vecinas del servicio municipal de recogida separada de los residuos orgánicos de la huerta y la cocina. En ese empeño, el consorcio y el consistorio iniciaron el 13 de noviembre la segunda fase de la campaña “Yo me apunto. Los residuos orgánicos son recursos”.
Para antes de Navidad se han programado numerosas actividades de educación y divulgación, como los talleres de reciclaje creativo y de juegos con el Centro Juvenil Entamando, en el local de La Panera; o como las actuaciones callejeras de mimos en la mañana de los domingos. Además, se sigue ofreciendo a todas las familias la posibilidad de hacerse de forma totalmente gratuita con un cubo de diez litros de capacidad para poder separar y reciclar los restos de alimentos cocinados y no cocinados y sacarlos al contenedor marrón.
El gerente de Cogersa, Santiago Fernández, y el alcalde del municipio, José Luis Trabanco, explicaron que desde la puesta en marcha de la experiencia piloto el pasado mes de mayo, son ya casi un 40% del total las familias que se han sumado voluntariamente. Vienen a aportar unos 4.000 kilos de materia orgánica clasificada a la semana y lo mejor es que, pese a la novedad, se equivocan muy poco, pues se registra una tasa de impropios (errores) muy baja, de apenas el 17%. Todos estos datos de los primeros meses invitan a pensar que se alcanzará el objetivo marcado al inicio de la campaña, de llegar a unas 20 toneladas al año, según comentaron los portavoces en la reunión con los medios de comunicación.
Junto a la mencionada incorporación de 1.166 hogares de la capital moscona al nuevo servicio de reciclaje, destaca la implicación de casi la totalidad de los llamados generadores singulares, es decir, de locales de hostelería, supermercados de alimentación y comedores colectivos (colegios, residencias, guarderías…) donde se genera la mayor cantidad de residuos orgánicos. Desde junio se han apuntado al contenedor marrón 54 locales de este tipo, entre sidrerías, restaurantes, fruterías, tiendas y otros, que equivalen al 93% de los registrados en la capital de Grado.
Precisamente para los restaurantes y sidrerías Cogersa lanzó un nuevo reto, añadido al de separar correctamente los biorresiduos: prevenirlos, evitar el despilfarro de alimentos. Se trata de la campaña “Aquí no sobra nada” para evitar arrojar comida a la basura. En estos locales se ofrece a los clientes la posibilidad de llevarse a casa lo que les ha sobrado del menú y aún es aprovechable dentro de una fiambrera.
A la propuesta, que arrancó en el marco de la Semana Europea de la Prevención de Residuos, se sumó un total de 15 establecimientos. Cogersa les ha abastecido de fiambreras de 700 y 1300 ml de capacidad, fabricadas en material reciclado, y de unos manteles individuales especialmente editados que incorporan trucos sencillos para que los ciudadanos podamos reducir la producción de residuo alimentario.
Una iniciativa similar se está llevando a cabo en la capital de Carreño, en Candás. Cogersa seleccionó a ambas localidades para la puesta en marcha de una recogida de residuos experimental, porque en ambas es la empresa concesionaria de la recogida de basura, lo cual facilita la ejecución práctica del cambio de modelo. También porque ambos concejos cuentan con un punto limpio para la entrega de residuos especiales, y porque reúnen características urbanísticas y poblacionales que permitirán extraer conclusiones extrapolables a otros.