Son 16 los ciudadanos y ciudadanas a titulo particular que se han sumado a la Semana Europea de la Prevención de Residuos (SEPR) 2024 con algún tipo de buena práctica relacionada con la economía circular y la reducción de la basura que se genera a diario tanto en la vida familiar, como en los centros de trabajo, los comercios, la hostelería y todos los sectores productivos.
Los proyectos presentados tienen una característica común: su fácil reproducibilidad. Esto significa que cualquier familia o grupo de amigos puede copiar y trasladar estas iniciativas a sus propios entornos, promoviendo así una cultura de responsabilidad ambiental y minimizando la generación de residuos. Buena parte de las propuestas individuales dentro de esta categoría están enfocadas a la cocina de aprovechamiento, el uso de los alimentos sobrantes y la elaboración de nuevos platos ingeniosos y creativos.
Entre las acciones destacadas se encuentran:
Irea García-Miramontes (Gijón) “Cero desperdicio alimentario”
Esta iniciativa trata de evitar el desperdicio de comida mediante la adaptación de los sistemas habituales de conservación de alimentos, así como la utilización de los restos para nuevos usos, mediante la elaboración de nuevos platos.
Laura Fernández (Castrillón) “Milkshake con los restos del bote de mermelada”
Esta vecina de Piedras Blancas ha presentado una propuesta muy original y aprovechable, para evitar desperdiciar los restos que quedan en los botes de mermelada cuando se acaban. Lo ha llamado “milkshake” y consiste en meter leche o cualquier otro líquido (aceite, vinagre) cuando esté a punto de acabarse el tarro y agitar con la tapa puesta. “Si lo haces con leche, tendrás un espumoso batido; y si lo haces con aceite y vinagre, una salsa perfecta para las ensaladas con el toque dulce del resto de mermelada”, nos detalla. También ha diseñado un juego de mesa reciclado a partir de envases y otros materiales usados.

Marlén Alonso (Langreo) “De Sobra a Sabroso, de ChatGPT al Gozo”
Este proyecto busca demostrar cómo los ingredientes que a menudo consideramos sobrantes pueden transformarse en platos deliciosos y creativos, contribuyendo a la reducción del desperdicio alimentario. Para ello, Marlén ha utilizado ChatGPT, para generar recetas personalizadas basadas en los ingredientes disponibles en casa, y posteriormente compartirlas en redes sociales junto con consejos y vídeos de preparación. La iniciativa promueve la economía circular en la alimentación y fomenta la creación de una comunidad colaborativa donde todos pueden compartir sus experiencias y adoptar hábitos más sostenibles en su cocina.
En este mapa se pueden ver todas las acciones localizadas en su lugar de celebración y los datos de los organizadores.










